Somático
¿Qué es un Somático?
En el contexto del trabajo con el inconsciente, el término somático se refiere a una sensación física registrada en el cuerpo que está directamente conectada a una experiencia de dolor o trauma. No se trata solo de un malestar corporal aislado, sino de una puerta de entrada a una memoria emocional no resuelta, que ha quedado atrapada en el sistema nervioso, la fascia y la mente reactiva.
La grabación del somático: cuando el cuerpo guarda lo que la mente no puede procesar
Cuando una persona sufre un evento doloroso (como una caída, un accidente, una humillación, una amenaza emocional o física), ocurre una sobrecarga del sistema nervioso. En ese momento, se activan los mecanismos de supervivencia (lucha, huida o congelamiento), y parte del cerebro racional —especialmente los lóbulos prefrontales— se desconecta o reduce su actividad. Esta desconexión tiene una función protectora: evita procesar el dolor en tiempo real.
Sin embargo, esa desconexión también impide que el evento se procese de forma lógica y consciente. Entonces, el cuerpo graba automáticamente:
- El dolor físico (impacto, tensión, presión)
- La emoción presente (miedo, rabia, vergüenza, impotencia)
- Los sonidos, palabras o imágenes del entorno
- Las decisiones inconscientes que el individuo toma para sobrevivir (“esto es culpa mía”, “nunca más confiaré”, “no soy suficiente”, etc.)
Toda esta información se almacena en un paquete inconsciente llamado engrama. El somático es la huella corporal de ese engrama.
El somático como vía de acceso al engrama
Durante una sesión de exploración emocional o auditación (como las planteadas en este módulo), el dolor, presión o malestar físico que aparece puede ser la señal de que un engrama está activo. Si se sigue esta sensación con atención —en lugar de reprimirla o distraerse—, se puede recuperar el recuerdo original, liberar la emoción contenida y reactivar los lóbulos prefrontales para integrar esa experiencia de forma consciente y lógica.
Importancia terapéutica del somático
- El somático no miente: el cuerpo recuerda con exactitud, aunque la mente haya olvidado.
- Es un acceso directo al inconsciente, incluso cuando no hay imágenes mentales disponibles.
- Permite devolver al consciente información atrapada en el momento del trauma.
- Facilita la descarga emocional y energética del engrama.
Ejemplo práctico
Una persona siente un nudo en la garganta cada vez que quiere hablar en público. Al enfocarse en esa sensación, descubre que está relacionada con una escena de su infancia en la que fue humillada por un maestro. En ese momento, su cuerpo grabó la vergüenza, la tensión en la garganta y la decisión inconsciente de “es mejor no hablar”. El cuerpo mantuvo ese “nudo” como recordatorio de peligro. Al revivir y transformar esa memoria, la garganta se libera y la persona puede expresarse con más libertad.
Ejemplo práctico: accidente en moto y formación de un engrama
Un joven sufre un accidente de moto. El impacto es tan fuerte que pierde momentáneamente la conciencia. Durante los segundos previos y posteriores al choque, su mente analítica se desconecta parcialmente debido al dolor y al estado de shock. En ese estado, su mente reactiva graba sin filtros todo lo que ocurre en el entorno.
Se almacenan detalles como:
- El sonido de una mujer gritando: “¡No respira!”
- La hora del día: aproximadamente las 5:30 de la tarde, cuando empieza a caer el sol
- Un olor penetrante: gasolina derramada sobre el asfalto
- El dolor físico intenso en el pecho y dificultad para respirar
Todo eso se graba como un engrama compuesto, que queda guardado en su inconsciente y asociado al somático del ahogo.
Años después, ya recuperado físicamente y sin memoria consciente de los detalles del accidente, este joven empieza a experimentar algo desconcertante: en ciertos momentos del día —especialmente al atardecer—, cuando pasa cerca de una estación de servicio o huele gasolina, comienza a sentirse ahogado, como si no pudiera respirar. No hay causa médica aparente. Tampoco hay un pensamiento consciente que lo justifique.
Este es un engrama activado.
El olor a gasolina y la luz de esa hora del día funcionan como llaves sensoriales que reactivan la grabación emocional y física original. Su cuerpo reproduce el somático del ahogo, porque en ese momento, para su mente reactiva, está “volviendo” a la escena del accidente. El inconsciente no distingue pasado de presente.
Transformación terapéutica
Cuando esta persona, en un proceso de exploración consciente, conecta las piezas —el síntoma, el olor, la hora del día— y accede al recuerdo del accidente, puede liberar el engrama.
A través de un retorno consciente, puede revivir el incidente desde un espacio seguro, observar lo que ocurrió, validar lo que sintió, y devolver la lógica al evento (activando los lóbulos prefrontales). Al hacer esto, el cuerpo deja de tener que recordarlo a través del síntoma.
El somático se disuelve, y la energía atrapada en esa grabación emocional se libera.
